Hola a quien esté allí, a quien por casualidad ha llegado a este olvidado blog...Sí, he estado ausente por un largo tiempo; las razones subyacen en esta especie de loca lucha por la supervivencia emocional en la cual nos mantiene sumidos el flamante presidente que nos gastamos, muy a pesar de un respetable 52% de los electores, según los resultados de las últimas elecciones de diputados, en las cuales a pesar de su 48% cargó con 30 diputados más que la oposición. Que cómo se explica tal cosa? De la misma forma en la cual cualquier humano puede explicar que dos más dos no sea igual a cuatro. Pero bueno, ya por estos lados estamos acostumbrados a que así van las cosas con quien no tiene ni las más pequeñas trazas de moralidad, amparado sobre esa vieja y maloliente muleta de "los pobres", "el imperialismo", "la burguesía", un chorro de petrodólares para comprar adhesiones, silencios y complicidades y, por supuesto, una sociedad enferma de olvido, resentimiento y oportunismo como la venezolana.
En este momento medio país está bajo las aguas. Durante meses y como respuesta a las grandes fallas de electricidad que azotaron a tirios y troyanos, se responsabilizó al fenómeno del"niño" porque la sequía había afectado los embalses y presas hidroeléctricas: Dios castiga sin palo y sin rejo. Hoy, el espectáculo de un gobierno de improvisados, corruptos y dilapidadores del erario público, tratando de poner paños de agua tibia a una verdadera catástrofe como la que vivimos, es sencillamente patético. He allí la lluvia que reclamabas...
Muchos de los damnificados del estado Vargas, por la tragedia del año 1999 aun andan por esos caminos de Dios clamando un mendrugo de humanidad de unos seres que se dicen socialistas y demuestran las interioridades más abyectas de la especie humana. Porque no se puede decir otra cosa de quienes han mal administrado, regalado, tomado para sus arcas personales, la enorme cantidad de más de US$ 950.000.000.000!, y como una especie de vergonzosa corona exhiben una pírrica gestión en todos los órdenes de la administración pública: en viviendas no han construido en doce años lo que un gobierno de la llamada cuarta república en cinco, los hospitales y sistema de salud, en general, son un pasaporte al infierno, sin insumos, sin equipos y sin médicos; el sistema de transporte público está en el suelo incluyendo lo que fuera motivo de orgullo del caraqueño, el metro de Caracas, trenes subterráneos que hoy están colapsados por la falta de mantenimiento y actualizacion; la seguridad personal del venezolano hoy depende de que la Divina Providencia no esté muy ocupada y nos libre de una delincuencia impune que mata, roba, secuestra, sin distingo de militancia partidista y, paradójicamente, con mayor incidencia, a quienes dice Chávez defender: a los estratos más pobres de nuestra sociedad.
En fin. Aquí seguimos. La lucha es larga y sin aliados, porque mientras entre los países la política sea la de los intereses económicos y no la de la preeminencia de los derechos del ser humano, habrá que resolver con lo que a mano tenemos y, a Dios gracias, ¡por acá lo que hay es ganas de libertad!
Saludos,
José Bianco
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