miércoles, 30 de abril de 2008

¿A dónde vamos..?


Hermanos Latino americanos y del mundo, me considero una persona con ideas de izquierda en tanto y cuanto estas apunten hacia un mundo más justo, con un mayor nivel de igualdad en el acceso a las oportunidades, con estados y gobiernos fuertemente orientados a la atención de las necesidades y formación de sus ciudadanos. Un mundo donde el hambre y la miseria sean un mal recuerdo y cada ser humano pueda dedicarse, en lugar de esa diaria lucha por la supervivencia, a crecer, a relacionarse con el universo de una forma armónica, libre, alegre. Sé que el camino es largo y tortuoso, por mil razones y media, pero no hay opciones diferentes a seguir buscando respuestas, fórmulas, consensos, para disminuir la abismal brecha entre los extremos de riqueza y pobreza que asolan a la humanidad toda. Soy humanista de corazón y creo que ciertamente el camino que la mayoría de nuestros países han recorrido a lo largo de cada una de sus historias está plagado de errores que, lejos de reducir los problemas los ha metido bajo la alfombra, con honrosas y contadas excepciones, sólo para ver poco más tarde como estos se reproducen como la verdolaga. Los bajos niveles de escolaridad de nuestra gente y la ignorancia resultante ha sido y es el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de mesías y prestidigitadores, populistas y demagogos que usan calculada y malévola mente los resentimientos acumulados por décadas para ganarse el favor en las urnas electorales y más triste y definitivamente criminal, para azuzar a hermanos contra hermanos, para hacer florecer odios y enfrentamientos que al dividir a nuestros pueblos les facilita el control y la permanencia en el poder. Son los mismos "ciudadanos" quienes le hacen el juego a esta clase de bichos insensibles que tras la retórica revolucionaria y supuestamente reivindicadora no hacen más que destrozar las posibilidades de futuro, sobre todo de quienes más en ellos han creído. En mi patria, Venezuela, se enseñorea con desparpajo sin límites uno de esos ejemplares, que tras el verbo justiciero es la injusticia misma, que tras la crítica a todo lo que se hizo antes de su "predestinada" asunción al poder, es la personificación de la ineficiencia, y evidencias sobran de cómo los niveles de desempeño del país en todos los ámbitos producen escalofríos por la pobreza de los mismos, por el abuso imperante, por la corrupción y el nepotismo, por el descaro con el que se agrede a la inteligencia; todo soportado en el maná petrolero. Pero no bastando con fregar a sus coterraneos, el proyecto de este individuo es de alcance continental y no hay lugar en el cual no haya o esté metiendo la mano, prevalido de una chequera que usa indiscriminadamente, para torcer los destinos y hacerlos coincidir con sus arrebatos de grandeza, ¡que tan grandes le quedan!.

Tras todo lo anterior y dada su conexión quiero hablar de Bolivia. Y quiero, antes que nada, rogarles a todos los hermanos de Bolivia que me disculpen si mis líneas pueden molestar a alguien. La actual tragedia de ese querido país es tener de presidente de la República a una especie de mandadero de Chávez. ¿A quién se le ocurre que se puede hacer cosas de tan alto calibre como modificar una constitución de espaldas a la sociedad y salir sin un rasguño..? Los referendos autonómicos van a llevarse a cabo a menos que el gobierno aplique la única solución que los radicales conocen cuando no se satisface su magna voluntad: La violencia; entonces el Sr. Morales habrá consumado su propio fin como mandatario y castrado una vez más las esperanzas de los que no tienen más que eso, esperanzas.

Es por ello que el título de estas líneas es una interrogante que hurga en mis incertidumbres y ruega por una convocatoria que nos saque de la apatía, que nos urja de reflexiones, pero sobre todo que nos preñe de coraje y amor por nuestros hijos, para parirles un destino a la altura de los seres humanos que, debiendo ser, aun no somos. La verdadera revolución Latino americana está aun por comenzar y no puede ser otra, a mi saber y entender, que la revolución de las ideas y de las acciones asociadas para sacar a nuestra gente del hambre, la miseria, la tristeza. Sólo creando riqueza se puede redistribuir algo.


José Bianco

Estoy de regreso...y,¡Saludos a México!

¡Esto es como para morderse las orejas y las ojeras también! Estaba fuera del aire porque justo después de escribir el agradecimiento a Nancy por la conexión a internet,¡PUFFF!, me desconectaron hasta el día de hoy...Pero bueno, nadie ni nada es perfecto, excepto Nuestro Señor; y eso es lo que termina dándole el gusto a esta cosa que llaman vida, ¿no es así..?.


Mi saludo cordial, amistoso, solidario, fraterno, charro y todos los demás que signifiquen "Con mucho cariño", a la tierra de mis ídolos: Javier Solís y Don Mario Moreno, y de tantas otras insignes personas de todos los ámbitos del desempeño humano que hacen de México una gran Nación a la cual admiro, aprecio y espero conocer, ¡antes de que me lleve la calaca!
José Bianco

martes, 22 de abril de 2008

Reconocimiento...

Como hace unos días publiqué en este espacio el cumpleaños de mi solicitud de servicio de Internet a la estatal de comunicaciones de Venezuela, CANTV,hoy me toca, en justicia, reconocer a la Sra. Nancy, cuyo apellido no conozco, la pronta respuesta que supo dar a mi reclamo, con lo cual en sólo una semana ya se resolvió el vía crucis y ahora, ¡TENGO CONEXIÓN PERMANENTE A LA RED DE REDES!
¿Por qué el funcionario público y no pocas veces hasta los del sector privado no terminan de entender que de cada dos frijoles que se comen uno se lo deben al cliente..?
En cualquier caso: ¡GRACIAS NANCY!

lunes, 21 de abril de 2008

Para reflexionar...

"UNA GRAN CIVILIZACIÓN NO PUEDE SER CONQUISTADA DESDE AFUERA HASTA QUE SE DESTRUYE A SI MISMA DESDE ADENTRO"

WILL DURANT

Coplas del trajín

¡Hay Dios querido, mi viejo!,
¿Qué hacer con este trajín..?,
¡Como no bastó Carreño, nos mandaste a Chacín!
Dan ganas de irse bien lejos,
a china u otro confín,
pa’ no ver tanto malandro,
de corbata o de bluyín,
de cerro necesitado,
o gordo de maletín,
¡mándanos una ayudita!,
pa’ que se acabe el festín,
porque esto ya está oliendo,
¡a tufo de polvorín!

No tenía una quincena,
en el cargo ese señor,
cuando en una cantilena,
sin vergüenza y sin rubor,
nos dijo que en Venezuela
ya no queda ni un ladrón.
Que se fueron los malandros
pa’ Rusia y pa’ Nueva York,
que si Caracas segura,
que no hay chivos en Falcón,
¡y que sobran caraotas
pa’ comerse un pabellón!

Yo me pregunto, Chuchito,
¿qué es lo que cree este señor?,
y me respondo solito:
¡lo mismo que el macacón!,
que todos somos pendejos,
sin seso y sin instrucción,
con los ojos sancochaos,
babeantes de admiración,
por una epopeya bufa
que llaman “revolución”
y que la verdad mi Santo,
¡no llega ni a “revolcón”!.

Pués se equivoca Ministro,
Usted y su pelotón,
porque a este pueblo valiente,
ya lo cansó el vacilón,
la mentira y el engaño,
el guiso y la corrupción,
el derrumbe de sus ranchos
y hospital sin algodón
y por los vientos que soplan,
yo le aseguro Ramón,
¡que le van a dar lecciones
de lo que es Revolución!

Dejavú...

José Antonio se sentó en la desvencijada silla de mimbre y encendió la colilla que había recogido del piso a la entrada del rancho. Se quemó un poco los dedos. Era casi un filtro y en dos chupadas ya no quedaba nada, como de los dos mil doscientos millones de bolívares que había ganado en la lotería cinco años atrás…La última voluta de humo lo transportó a los días recién pasados en los que compraba los cigarros por cajas así como compraba por cajas el güisqui, la champaña, el caviar y todas esas finezas que le enseñaron a degustar, porque un rico, aunque sea nuevo, tiene que vivir como tal, ¿o no? También recordó la cantidad de amigos de todos los estratos y creencias, de todos los colores y religiones, grandes, chicos, blancos, negros, que tenía cuando chequera en mano no le temblaba el pulso para ayudar a propios y extraños, para pagar la cuenta de la rumba sin importar el monto, para regalarle apartamento a cuanta querida se le atravesó en su rutilante camino, con carro incluido, para comprar cuanta chatarra le metieron por los ojos como grandes inversiones, para pagar afectos que nunca supo ganar con afectos, para lisonjearse ante una foto de sociales en la prensa. No entendía por qué ahora estaba allí en aquel ranchito de piso de tierra, tan parecido al del cual había salido cinco años atrás; hasta llegó a plantearse la posibilidad de que todo aquello no hubiese sido más que un sueño. Una araña bajó del techo y se comió a una mosca que lo miraba con lástima.

José Bianco
C.I.: 5.554.274
jgcbianco@yahoo.com

Mendicidad Intelectual


Un mendigo es un ser humano que por necesidad o vicio vive de pedir limosna o recoger de la basura lo que necesita para sobrevivir. Es una persona que por diferentes causas ha renunciado a luchar, ha renunciado a esforzarse, ha renunciado a pensarse de una forma diferente, sin entrar en consideraciones acerca de la validez o no de su decisión, que, en muchos casos y ante la falta de igualdad de oportunidades, es el producto de un callejón de difícil salida. Sin embargo, la mendicidad no es sólo una cuestión de necesidad sino que en muchos casos es una decisión personal relacionada con vicios o con la carencia ya no de recursos económicos sino de la pobreza de los recursos intelectuales. Es entonces cuando el mendigo va, no al bote de basura citadina a recoger cosas para sobrevivir, sino que acude al basurero de la historia para rescatar viejos fracasos y con un afán digno de inútil elogio les quita la mugre, los lava, los pinta de colores atractivos, le pone música y perfume e intenta venderlos como el mayor invento de la humanidad. Lo más triste del cuento, es que en el ínterin de su irracional búsqueda se encuentra con el diamante más grande y puro que mina alguna haya registrado jamás: Fe mayoritaria de un pueblo, ingentes recursos económicos, experiencias pasadas que indicaban por dónde no pasar, qué evitar, qué necesidades debían ser suplidas primero y en qué no se debía invertir ni un centavo; un pueblo lleno de talentos, de experticias, de academia, de alegría y esperanza, de capacidad para el trabajo productivo y la creatividad, sin odios de clases ni de ningún otro tipo; cinco millones de kilates, pues. ¿Y qué hizo nuestro mendigo..?, recogió presa del éxtasis un cacharro maloliente, oxidado, mortalmente contaminante llamado comunismo y el diamante, que era una cosa así como de doce kilos de prístino brillo, se lo tiró a un Mercedes Benz desde lo alto de una pasarela por ser un símbolo de la burguesía, ¡ y cómo se reía ante los destrozos que le causó!

José Bianco
C.I: 5.554.274
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Plaza Andrés Bello, ¡Cuánto descaro!

Si mal no recuerdo, para el año 2003-2004, cuando me mudé a la Av. Andrés Bello de Caracas, la plaza del mismo nombre, monumento que hace honor a tan ilustre venezolano, estaba en proceso de reparación; reparación de marca mayor a juzgar por el tiempo que esto ocupó, dado que fue el año pasado cuando se reabrió para lo que debería ser el ornato, disfrute y esparcimiento de los vecinos de la zona. Lamentablemente, la inseguridad de sus adyacencias no deja mucho espacio para que esta función se cumpla a cabalidad. Pero no es ese el motivo de estas líneas, que quiero sean de la más airada protesta y de llamado urgente a todo aquel que sienta, aunque sea un poco de amor por este país, sin aguajes patrioteros, pero con la convicción de que si no actuamos como ciudadanos, condueños del patrimonio de la nación, revertir esta cultura de la destrucción, el despilfarro y el latrocinio será cada vez más difícil. Hoy pasé caminando cerca de la plaza, hacía días que no pasaba a pié por allí, y cuál fue mi sorpresa e indignación al ver que, ¡¡¡otra vez han levantado el piso y se aprestan a otro proceso de reparación!!! como suele suceder con las calles y avenidas, que más que eso parecen ubres de una vaca que en vez de leche da billetes a todos los que con esto tienen que ver. Sé que la corrupción es un flagelo de difícil manejo, pero la inacción que se observa por estos aciagos días es de tal calibre que el descaro pasó de rara excepción a norma generalizada.
José Bianco
C.I.: 5.554.274

Calidad de Vida


Desde que Japón le enseñó al mundo el poder competitivo y de rentabilidad de la calidad, que es una necesidad intrínseca al desarrollo del ser humano, las sociedades productivas se enfrascaron en adoptar las líneas que según los nipones conducían a los resultados por ellos obtenidos. Muchas fueron las empresas que experimentaron sustanciales cambios en su cultura, en su aceptación y relaciones con su entorno, en su calidad, productividad y rentabilidad. Organizaciones que a través de esos programas comenzaron a generar un nuevo hombre, con nuevas ideas y formas de asumir la vida, con el concepto de que la calidad no es una cuestión exclusiva de productos y servicios sino que debe ser una premisa de vida y de cada faceta de ella y con una especial conciencia de que lo que se desperdicia en sus manos, es una pérdida para toda la humanidad; en pocas palabras, la búsqueda de la excelencia. Pero todo esto sólo es posible en un entorno de confianza, de libertad económica, de garantías de que lo invertido, tanto en infraestructura y tecnología como en el proceso de cambio organizacional, no se va a desvanecer ante el primer ventarrón que sople. Lo que ha venido sucediendo en Venezuela desde que comenzaron a sonar los cantos de guerra, contra todo lo establecido, es que la mayoría de las empresas que no han cerrado sus puertas han tenido que hacer grandes esfuerzos por sobrevivir y, lamentablemente, en el rango de consecuencias de esa lucha está, en primera fila, la disminución de la calidad ya sea como un efecto colateral, con múltiples aristas de influencia o como un evento calculado, erróneamente o no, para sostener los niveles de rentabilidad. El control de cambio, los controles de precios, la inflación, las amenazas, las expropiaciones, las invasiones, la ineficiencia gubernamental en general y la incertidumbre, como la única certeza que manejamos día a día, han dado al traste con todos los niveles de calidad que se habían alcanzado y como consumidor puedo dar fe de aberraciones tales como conseguir un pedazo de carne del tipo “Falda”, que se usa para esmechar y que representa un corte de segunda o tercera, en bandeja, envuelta con celofán y etiqueta de “Solomo de cuerito” al precio de este, por supuesto; que el pan que antes podía durar tres días “comible” ahora al día siguiente es un palo, o que el dependiente de casi cualquier negocio al que uno vaya nos atienda casi a regañadientes, como si nos estuviera haciendo un favor, o que el precio de casi cualquier cosa sea una especie de montaña rusa que nos mantiene con los pelos parados cada vez que tenemos que comprar algo, o la desmejora de los servicios públicos, etc., etc., etc. En pocas palabras, asistimos día tras día al deterioro de nuestra calidad de vida, como un todo y a la postergación de la construcción del verdadero “hombre nuevo”.

José Bianco
C.I.: 5.554.274
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lunes, 7 de abril de 2008

¡Cumpleaños!

Estimados amigos, como verán mucho de lo que aquí publico tiene que ver con una postura política ante lo que sucede en mi país, Venezuela. Sin duda que la vida tiene infinidad de otras cosas de las que hablar, pero mientras me ajusto a las disponibilidades de tiempo y recursos y mientras siga habiendo este ambiente de continuo atropello a la inteligencia de este pueblo lo que aquí predominará será la expresión de rechazo y protesta a la destrucción de nuestros valores, principios, creencias, costumbres, libertad, pues. Y cuando hablo de recursos me refiero por ejemplo al hecho de no tener conexión de internet en casa y tener que venir a un sitio donde venden este servicio porque mi solicitud de instalación a la red, a la ahora estatal CANTV, ya cumplió un añito, razón por la cual esta tarde le picaré una tortita...
Cordial saludo.

¡No más circo, queremos pan!

La historia de la retórica insólita muy probablemente jamás se había enriquecido tanto como aquí y ahora, en la Venezuela de los últimos diez años. El miércoles 25 de marzo de 2008 escuché de boca del señor presidente de Venezuela uno de los ofrecimientos que, de concretarse, será una de las acciones de gobierno más importantes, trascendentes y enriquecedoras que podamos recordar: ¡Crearán circos en todos los barrios!, ¡Cáspita!. ¿Será que van a abrir tantas sucursales de la asamblea nacional..?, ¿o será una combinación de esta con sucursales del tribunal supremo de justicia..?, ¿o integrarán al dúo al ministerio de propaganda junto con el de vivienda, salud y alimentación..?, porque si cada uno, por separado, son capaces de generar tanta risa, ¡me imagino la desternillada que podrían causar juntos! Mire señor, con todo el respeto que aun guardo por la malograda institucionalidad de nuestro país me permito darle un consejo: Preocúpese, pero sobre todo ocúpese de generar condiciones para que en este país haya inversiones que generen empleo digno y productivo, seguridad social, personal y jurídica, servicios públicos de calidad, educación vanguardista y sobre todo que cese el conflicto y la incertidumbre que se han convertido en el aire que respiramos. Puede Ud. estar seguro que de circo hace ya bastante rato que estamos hasta la coronilla, ¿qué tal si en lugar de circos montan panaderías en las que le den empleo a todos los maromeros que pululan por los semáforos de la patria..?.

Premio Nóbel.

La academia sueca ha decidido, a instancias de ciertos personajes fronterizos, crear y otorgar de un solo guamazo y sin anestesia, el premio Nóbel a la “Creatividad y Planificación Maquiavélica” al gobierno de la hermanastra República de Colombia, y lo de hermanastra obedece a las muestras de falso cariño que se le han venido prodigando, mientras a la calladita se le administraban pequeñas, pero mortales, dosis de estricnina. Y todo debido a la capacidad que los postulantes le atribuyen al mencionado equipo gubernamental de orquestar tan brillantemente esa divinamente retorcida historia, según ellos, en la que bombazos mediante matan a unos muchachos que, cansados después de una larga jornada de rezos, cánticos y meditación, dormían profunda y confiadamente y en cuyo campamento de boy scout encontraron unas computadoras, que no eran de ellos sino que un infiltrado había colocado horas antes, cargadas con informaciones aberrantes de lo que sería el resto de la creativa historia, que aún está en pleno desarrollo. Fue de esta forma como, teniendo la información desde hacía meses, no capturaron al ruso traficante internacional de armas hasta después de tener la coartada de las computadoras, lo mismo que la caleta de dólares de los boy scout en Costa rica y lo de los kilitos de uranio empobrecido que aparentemente iban a comercializar para obras benéficas a un precio que ronda los 2.5 millones de billetes verdes cada uno (¿empobrecido?), y,¡ pare su mercé de contar, que me mareo!
Según las malas lenguas, la idea incluye adelantar la premiación para tan pronto como sea posible, antes de que lo más grueso del maquiavélico plan sea certificado por sus cómplices de las policías internacionales y además del Nóbel haya que darles quince premios Oscar, ocho Grammy y el “Rattatouille de Oro”, ¡por lo complicado y picante del guiso!

jueves, 3 de abril de 2008

Oficio de sepultureros...

Para sepultar a un difunto se acostumbra cavar una fosa de tres metros de profundidad y es práctica usual que luego sea compartida por miembros de la familia que le siguen, en ese final sin remedio que es la muerte. Los encargados del pesado trabajo de hollar la tierra son los sepultureros, oficio indeseable para muchos, aunque los hay peores. De tal forma que la vida del sepulturero transcurre, jornada tras jornada, en un solo cavar y enterrar; sus clientes no responden a sus chanzas, sólo el pico y la pala le devuelven sus sonidos, para mitigar la soledad y el silencio del camposanto. Hay un hombre que, junto a un grupo de sus devotos, lleva nueve años cavando, de día y de noche, sin prisa pero sin pausa; cavan la fosa en la cual enterrarán un proyecto, dizque revolucionario, las esperanzas de un pueblo y algún porcentaje de la cualidad de ingenuos de los venezolanos. Con una máquina de demoler no se puede construir nada y mucho menos cuando tal aparato no sólo es capaz de la destrucción física sino que, más grave aun, parece tener apetencia por la aniquilación de todo vestigio de ética, moralidad, honestidad, respeto, el fin de la decencia, pues. Y si alguien no entiende, que mire fijamente a los ojos del poetastro...
José Bianco
jgcbianco@yahoo.com
http://nomecallolaboca.blogspot.com/

martes, 1 de abril de 2008

Querida Muchacha...



Con mucha frecuencia, las personas que más nos quieren son las que más nos fastidian...Qué ironía! Por eso y a pesar de todos tus maltratos me voy a permitir darte unos consejos. Tomarlos o no es obviamente tu problema. Pero si te los doy no es con la intención de fastidiarte más sino con el deseo de poder servirte de alguna forma como un guía, porque a veces te veo sinceramente perdida y porque a pesar de tu forma particular de responder a mi cariño y mis atenciones (con desprecio que hiere y duele), yo siempre te voy a querer.

1.- No esperes recibir de las personas más de lo que tú les dés. ¿Por qué crees que los demás deben tratarte bien si tu los tratas mal..?

2.- Aprende a entender que la vida es un juego de ganar y perder y que aun perdiendo, si se tiene una buena actitud, también se gana porque de las derrotas se saca la fuerza y las ganas para salir adelante. Tu actitud de ayer con la muchacha que te ganó fue simplemente patética, grosera y sobre todo muy inmadura. Te portaste como una niñita malcriada...¿ O será que eso es lo que eres..? Quiero creer que no. Quiero creer que estás en un proceso de maduración y que la próxima vez te comportarás como yo sé que puedes hacerlo.

3.- No intentes sacar provecho de las personas porque siempre se terminan dando cuenta de que les buscas y les muestras interés sólo cuando necesitas algo y terminan retirándose de tu lado y al final de tu vida sólo tendrás soledad...

4.- Estudia, aunque sea como una medicina amarga que nos raspa la garganta pero que si no tomamos no nos curaremos. Lamento ser tan duro contigo pero la vida es más dura aún: Tú no tienes futuro en el tenis más allá de ganar algún torneito peorro. El único camino para construir un futuro es estudiando y si no lo entiendes te darás cuenta muy pronto que no serás nadie en la vida, muy a pesar de que yo quisiera que todo lo que deseas se convirtiera en realidad, pero asi no es como funcionan las cosas. Hay que luchar muy duro para lograr vivir con un poco de éxito y no veo que tú estés haciendo nada para prepararte.

5.- Trata de no tener un novio hoy y otro mañana. Todavía en estos tiempos la reputación es importante amén de que te comenzarán a ver como una chica fácil y quienes se acerquen a tí será buscando esa supuesta facilidad.


Cuídate, ensériate un poco con la vida. Pronto tendrás 16 años y más pronto de lo que crees tendrás 40...y ya no habrá forma de volver a los 16...Aunque lo sueñes mil veces cada noche.

Finalmente y aunque no te lo parezca por la dureza de estas líneas, te quiero mucho y quiero que seas una persona provechosa PARA TÏ, que es lo que importa...

Un beso y no te pongas brava conmigo...

El Hombre Nuevo.

EL HOMBRE NUEVO.

FARC, ELN, AUC, Ahmadinejah, Castro comunismo, Chávez, fascismo, totalitarismo, militarismo, no son más que diferentes representaciones de la misma tragedia: La negación del ser humano como ente libre de decidir su destino. La exaltación del capricho de pocos para la desgracia de muchos, la dictadura de las minorías, el enmascaramiento de las ansias de poder de cuatro mentecatos que usan la palabra como instrumento de encantamiento de las grandes masas de ignorantes, resentidos, marginados, olvidados, para usarlos como pendejos necesarios que cuando al fin alzan la vista y se dan cuenta de que lejos de mejorar su calidad de vida han empeorado ya están metidos en un campo de concentración, con sus miserias aumentadas y sus esperanzas raídas, sin derecho a pataleo porque de hacerlo son etiquetados de gusanos, contrarrevolucionarios, traidores, etc.,etc.,etc.; obligados a callar o a la segregación violenta o a la cárcel. Los ejemplos son tan amplios y convincentes, del formidable fracaso de ese insensato intento de jugar a Dios, con la idea del “hombre nuevo”, que hay que estar profundamente aislado de la historia moderna de la humanidad para ignorarlo. Y no es que no crea que haya cabida para la idea de un hombre mejor, más humano y solidario, más moral y espiritual, más alma que carne; lo creo y lo anhelo. Pero esto debe ser el producto de nuestro libre albedrío, de la convicción de que es necesario un viraje para hacer de este mundo el imperio de la justicia y de la igualdad de oportunidades, de proposiciones viables, accesibles, respetuosas y no violentas, de grandes consensos sociales que generen un gran plan de alcance universal, que logre entusiasmar y hacer participar a la mayor parte de la humanidad en tal empeño, no de la imposición, del atropello, de la mediatización, del engaño, que no hace otra cosa que empeorar lo que ya está mal. Lo que día a día vivimos en Venezuela es una especie de escalada hacia la negación de lo racional, un intento frenético por pervertir todos los valores y principios que han signado nuestra historia como pueblo, como sociedad, como país. Como sucedió en la extinta Unión Soviética de Stalin, en la China de Mao, en la Alemania de Hitler, en la Italia de Mussolini, para citar sólo algunos de los más relevantes y conocidos casos de preeminencia de la locura del personalismo, nuestra Venezuela ya se desliza por ese infernal tobogán que un hombre encera hora tras hora para asegurarse que la caída sea veloz y sin obstáculos, no importa que en ese tobogán estemos montados todos, lo queramos o no.
Atardece en este día aciago de nuestras venezolanas vidas y no hay arreboles ni crepúsculos sino un gris que tiende a negro. Creí que los resultados del referendo del 2 de diciembre harían reflexionar al Señor Presidente acerca del rumbo a seguir. Poco tiempo ha bastado para convencerme de lo contrario. El ejercicio de la reflexión requiere de equilibrio entre la capacidad de racionalizar y el control de lo emocional, de lo visceral, del onirismo, y parece que el Señor Presidente no cuenta con tal equilibrio.

José Bianco
jgcbianco@yahoo.com
El Imperio.
¿Por qué hay quienes se molestan y no comparten con el Sr. Presidente de Venezuela cuando responsabiliza al imperio de todos nuestros males? ¡El tiene toda la razón, caray! Es el imperio, sin duda alguna, el que nos está acabando como nación, como país, como sociedad; el imperio de la ineptitud, el imperio de la corrupción, el imperio de la ignorancia, el imperio de la ineficiencia, el imperio de la deshonestidad, el imperio de la indolencia, el imperio del resentimiento, el imperio de la improvisación, el imperio del hampa y la inseguridad, y el imperio de la falta de visibilidad de consecuencias que la actual clase dirigente ostenta, como su principal característica gerencial, sin darse cuenta que será esta precisamente la que coronará el epitafio de su desastre que, lamentablemente, es el desastre de todos nosotros. ¿Quién pagará por todos los daños inflingidos a Venezuela por el imperio de la negligencia y la sinrazón..?

José Bianco
jgcbianco@yahoo.com

Reconciliación

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Conciliar: Poner en paz a los que están en desacuerdo o en lucha. Conformar o hacer compatibles dos ideas, doctrinas, etc., aparentemente incompatibles.
Reconciliar: Volver a conciliar.

Cansancio, frustración, rabia, incertidumbre, impotencia, desconfianza, inseguridad…¿Pueden ser estos conceptos-sentimientos generadores de una sociedad nueva..? Sí. Pueden serlo, de una forma explosiva, violenta, lamentable, si este sentir que, en mí opinión, es cada vez más extendido y profundo, no es canalizado a tiempo hacia un estadio de conciliación. Ahora bien, ¿Qué es lo que hay que conciliar? En primer lugar, el país que queremos los venezolanos; y sobre ese particular estamos divididos y no importa quién tiene mayoría ya que cualquiera que fuera el rumbo que tomara la república en términos del sistema de gobierno y sus implicaciones, si no es producto de un gran acuerdo nacional, dejaría a la otra parte inconforme y en actitud de resistencia ante algo que no comparte ni aprueba, con el consecuente mantenimiento del clima de ingobernabilidad que con sus altos y bajos no nos ha abandonado en los últimos ocho años. Es imperativo que tanto los que hacen gobierno como los que están del otro lado entiendan, tan pronto como sea posible que ninguno se impondrá al otro sin dejar tras la imposición un reguero de lamentables consecuencias, que no hacen más que retardar la entrada de Venezuela, el país de todos, al mundo de la paz y el progreso.
Próximamente habrá en el tapete una oportunidad de oro para reencontrar los caminos de la sindéresis, del consenso, de la cordura: La reforma de la constitución. Si ese proceso se aborda desde la perspectiva honesta de un gran debate nacional, con la participación real y efectiva de la mayoría de los venezolanos en edad de elegir y barajando un mazo de cartas sin marcar en el cual se presenten alternativas que permitan la búsqueda de un término medio entre lo que se quiere imponer a troche y moche y lo que importantes sectores de la sociedad desean para el país, respetando los resultados de la consulta que ello generaría, seguramente comenzaríamos a ver luz al final del túnel. Es cierto, al menos para mí, que el sistema capitalista está obligado a volver su mirada hacia el hombre ya que en ello se le va la existencia, pero no sólo al capitalismo sino que al hombre mismo, porque no veo otra forma de suplir, equilibradamente, las necesidades de progreso social sin la generación de recursores económicos que hagan sostenible la distribución de las riquezas. No puede el estado, ningún estado, por rico que sea suplir por sí mismo, vía subsidios, dádivas, o como se le quiera llamar, las necesidades de la sociedad porque estas son crecientes e infinitas si se les proyectan hacia el futuro, mientras que las capacidades del estado en términos de riquezas y posibilidades de justa distribución son limitadas. Es por ello que la riqueza hay que estarla creando constantemente y administrarla con transparencia y respeto al esfuerzo que la crea y al derecho de quienes aspiran sea usada para el mejoramiento de su calidad de vida, para poder acercarse cada día al ideal de justicia social que todos anhelamos. Esto no se hizo en el pasado ni se está haciendo hoy y ya se está agotando el tiempo para que el tránsito hacia la conciliación pueda hacerse sobre la discusión respetuosa y civilizada de las ideas; la otra opción, estoy seguro, no la queremos la gran mayoría de los venezolanos.

José Bianco
jgcbianco@yahoo.com

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