A esto dedica gran parte de su tiempo el presidente de Venezuela (ver video), a ridiculizar y someter al escarnio público todo y a todos los que no estén en su línea de pensamiento único. No conocen para nada, los "revolucionarios", los conceptos de eficiencia, productividad ni ética, porque ese programa se produce con mí dinero como contribuyente y sin duda quiero que se invierta, ni siquiera en retribuirme a mí, sino en la solución de los grandes problemas de los más necesitados que, paradójicamente, en un país al cual le han entrado por concepto de renta petrolera más de 650.000.000.000 de dollares en 9 años, cada vez son más.
Este programa sale al aire cada domingo y suele durar hasta 8 horas. Su plato fuerte es el mensaje guerrerista contra los opositores y la renovación de promesas que nunca se cumplen, ante un auditorio que aplaude, no importa qué, uniformados y despojados de todo vestigio de independencia intelectual.