Hoy no hay lugar para la política. Nostalgia ha tomado su lugar y entonces todo lo demás parece nimio, desteñido. A veces siento que han pasado mil años desde la última vez que fui inmensamente feliz; y trato de recordar aquel efímero instante y no puedo precisar por qué fue que vibré en la nota más alta del universo...¿Fue acaso un beso...?, ¿tal vez aquella puesta de sol..?. No lo sé. Tal vez nunca ocurrió, y toda esta nostalgia no es más que el deseo de sentirme vivo a través de la tristeza o del esbozo de una ilusión imposible...
