
"Hela ahí, enterrada mil metros bajo tierra, la mentada "revolución bolivariana". Murió de inanición, perdida en un desierto sin verdades, sin buenos propósitos, sin honestidad. Concebida, tal vez, como un camino de redención, se tornó, sin duda alguna, en un aquelarre, en una orgía bestial que dilapidó, hasta la última gota, la savia que había logrado hacer brotar en los corazones de los más necesitados, de los excluidos, de los olvidados. Su elección entre la verdad y la mentira los perdió. No puede haber elección. La mentira nunca es una opción. Y fue tanto su apego a la estrategia del cinismo, del embuste, de la trampa y la segunda intención que un día olvidaron por completo que existe la verdad y que es la fuente de la cual fluye la vida. Es por ello que ha muerto, aunque algunos aun no se dan cuenta; y gritan y se pavonean y creen a pie juntillas que sigue habiendo público para alargar la temporada, no perciben el hedor de sus carnes convertidas en jirones, putrefactas y agusanadas; no perciben la mirada, que un día fue de pletórica esperanza, acuchillando sus sombras y construyendo el conjuro del nunca jamás. La función terminó. Es hora de desandar los pasos desafortunados que nos trajeron a este lúgubre salón, a esta ópera bufa de tan mala factura; sólo la justicia sigue su espera detrás de bastidores. Si ella no es parte del final, nunca habrá paz."
José Bianco
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sus comentarios serán tan bien recibidos como el respeto y moderación que ponga en ellos.